La cosa seria segura: la suya fue —y alla se encuentran los libros, esos fantasmas que todo el tiempo viven mas que el autor— la de estas companias mas solitarias, arriesgadas, ambiciosas desplazandolo hacia el pelo, semejante oportunidad, mas imposibles sobre utilizar.
por motivo de que lo que Brodkey queria alcanzar —y asi lo hizo conocer en la clasica interviu de The Paris Review cuando se le pregunto cual era su ideal—- era “alterar la moralidad, cambiar el idioma de semejante forma que todas aquellas maneras sobre conducta a las que yo me opongo se vuelvan absurdas, impopulares, improbables. Lo que intentas seria trabajar por la civilizacion que se tome En Verdad al lapso y no ha transpirado la moralidad y no ha transpirado nunca tan unico igual que pieza de la de estas tantas mareas sobre la moda. ?Los ideales? Los ideales son para las que escriben esos textos en las postales de felicitacion que se envian durante bautismos, bodas y no ha transpirado cumpleanos”. Y no ha transpirado, una diferente ocasii?n, alli esta su obra igual que evidencia incontestable. Las relatos “normales” sobre Primer amor y otros pesares destacando el magnifico “Educacion sentimental” en donde, lo siento, pareceria que seria Brodkey quien le roba sus oraciones a Cheever. Las fulgurantes desplazandolo hacia el pelo turbulentos experimentos que convierten a Relatos a la manera casi clasica en la recopilacion indispensable a la hora sobre apreciar cualquier lo que se puede obtener o extraviar adentro del formato relato. La meganovela fluctuante asi como seguramente frustrada El alma fugitiva. La inesperadamente placida novela homoveneciana afinidad profana. Desplazandolo hacia el pelo esa descarnada desplazandolo hacia el pelo valiente y por momentos alucinada y no ha transpirado esquiva coda funeraria —primero publicada en capitulos en The New Yorker, su alma mater— que seria Esta salvaje oscuridad. (Julian Barnes felicito a Tina Brown, la editora sobre la revista, por haberse “atrevido a publicarlo todo” incluyendo las raptos megalomanos; la respuesta de Brown fue: “Ah, Julian, si supieras lo que dejamos afuera”.) Luego, desde el otro lado —postumos— nos llegaron los todavia ineditos en castellano My Venice (fragmentos turisticos editos e ineditos), The World is the Home of Love and Death (relatos y no ha transpirado extractos sobre lo que, se supone, es la continuacion de El alma fugitiva) y no ha transpirado la sobresalto de las extremadamente concisos asi como divertidos ensayos reunidos en Sea Battles on Dry Land. Todos y cada uno sobre dichos titulos unidos debido a que, sin dudarlo, constituye una de estas mayusculos aventuras del jerga en el interior sobre la literatura norteamericana. Ese idioma/avalancha que inaugura Melville, entronca con Faulkner, sigue con William Gaddis desplazandolo hacia el pelo que, despues sobre Brodkey, salta hasta David Foster Wallace.
Y no ha transpirado la comparacion entre Brodkey desplazandolo hacia el pelo Wallace —y sus 2 novelas-mamut, El alma fugitiva asi como La broma infinita, respectivamente— quiza ayude a clarificar lo que puede regresar a suceder con un gran redactor. Como la sobre Brodkey, la novela de Wallace tournee en torno a del argumento sobre la parentela como trauma inspirador desplazandolo hacia el pelo conspirador. Una desplazandolo hacia el pelo una diferente pueden acontecer calificadas como “experimentales” si bien la de Brodkey mira hacia antes desplazandolo hacia el pelo la sobre Wallace hacia enfrente. En otras palabras: Durante la reciente (Brodkey) https://besthookupwebsites.net/es/smore-review es un artefacto pesaroso cuya aspiracion seria la de rebasar a los maestros y no ha transpirado cerrarles la paso en la cara a las contemporaneos, mientras que la segunda (Wallace) va en plan vista al cara y no ha transpirado solo le interesa ser avanzada sin apreciar rencor uno por las generales del ayer. Brodkey anuncio a lo largo de anos de vida su magnum-opus (refinanciando con pericia, como Truman Capote por sus Plegarias atendidas, ingentes y no ha transpirado cuantiosos adelantos) preparando demasiadas veces a los mortales Con El Fin De la excelencia que se avecinaba asi como que, demasiado tarde, resulto perfectamente imperfecta. El parto del monstruo de Wallace estuvo traumatizado —desde meses antiguamente de su salida— por la cuidadosa y astuta maniobra de publicidad con el manuscrito entregado. En otras palabras: la novela de Wallace existia entretanto que la novela sobre Brodkey —riesgos sobre trabajar con material autobiografico— habia sido suplantada por Brodkey. Wallace se hizo celebre debido a que publico entretanto que la prestigio de Brodkey se debia a lo que no publicaba. Asi como Brodkey —autor y personaje— caia mal. Asi que —cuando Brodkey decidio para terminar editar, desprovisto dejar de reprender que El alma fugitiva era apenas el avance convincente de la tan mentada labor maestra— el chiste perdio su gracejo y se desenvainaron las espadas. Luego, casi enseguida, mas furioso que Jami?s, Brodkey se dedico an expirar a lo esplendido de tres anos de vida descubriendo que el acto en cuestion era “todavia mas aburrido que la novela sobre Updike” o alguna cosa mismamente. Nunca existe drama: “La vida tampoco seria excesivamente interesante”, agrego Brodkey.
Aca y Hoy —once anos de vida despues— casi nadie menciona su nombre. Muchas vez firmas como Harold Bloom, Don DeLillo y Salman Rushdie defendieron su gesta, No obstante en la actualidad nadie jura por su nombre (ver el fresco texto de listas de 125 colegas, The Top Ten, en donde ninguna persona lo elige) y no ha transpirado el pasado abril, en la libreria neoyorquina The Strand, un ejemplar sobre la primera estampacion de El alma fugitiva autografiado (la firma enorme asi como avasallante, cruzando en diagonal toda la pagina de abajo hacia en lo alto asi como de izquierda a derecha) se ofrecia por apenas diez dolares que yo pague con gusto y no ha transpirado sin dudas.
?Y que es lo que queda? Demasiado, razonable: extaticos relatos que quitan el aliento (como aquel del director sobre cinema, aquel otro del espasmo y no ha transpirado ese sobre lo que experimenta un bebe al ser alzado en brazos por su padre, ganador de un Premio O’Henry) y parrafadas formidables —”estados de animo convertidos en opiniones”— sobre la audacia que pocos narradores han tenido y no ha transpirado todavia menor tendran. Uno sobre esos escritores Con El Fin De los que el Modalidad es lo unico que vale. Alguien que establece sobre entrada un acuerdo con el lector a quien le pide todo, porque notan que el, primeramente, ha entregado el universo y no ha transpirado mas alla. Un titan que, en algun instante sencillo, se definio como “un adolescente en reversa” consciente sobre que “la irrealidad de lo que seria real y no ha transpirado el hecho de que yo la viva, de todos modos, igual que algo irreal, es mi manera de sonar despierto” para, sobre inmediato, recuperar el soberbio tono muscular de su cerebro: “Es expuesto ser tan buen periodista como yo”.
Y en sintonia: sobre cualquier estilo, leer a Brodkey seria peligroso porque —en su inevitablemente frustrada aspiracion, en el honor de su entrega— nos permite conscientes sobre lo lejos que se puede alcanzar carente que eso signifique efectuarse llegado .
todavia asi, quien le quita lo bailado, lo texto, lo amado a un hombre que, cuando se le pedia que se explayara acerca de su affaire con Marilyn Monroe, respondia con lo que quiza —consciente o inconscientemente— define a la prototipo lo que le pasa a cualquier lector que se acuesta o se sienta a leer alguno de las libros: “Bueno, seria un tanto intimidante encamarse con alguien que posee diez veces mas decision y habilidad sexual que uno”.